¡BOOOOOO! ¡No queda nada para Halloween! Tengo que decir que es mi fiesta favorita. Absolutamente ¿Estáis preparados para elegir “truco” o “trato”?
Ya sé que en España no es una fiesta tradicional, y que la hemos “adoptado” debido a la gran influencia que tiene hoy en día todo lo americano. Pero es una fiesta que a los niños les encanta y a los no tan niños, también. Además, la convivencia con el terror, los muertos vivientes y las brujas pirujas se lleva mucho mejor si es con un buen puñado de golosinas.
El origen del Halloween se remonta a una tradición celta, según la costumbre, el 31 de octubre los muertos volvían en la noche a pedir alimentos a los asustados habitantes del pueblo, a quienes hacían víctimas de sus conjuros si no accedían a sus peticiones, La palabra “Halloween” deriva de la expresión inglesa All Hallows’ Eve. Una costumbre que, más tarde, llegó a Estados Unidos a través de los irlandeses.
Gracias a la cercanía con los Estados Unidos, México comparte algunas costumbres. En este caso, Halloween tienen como similitud la cercanía de sus fechas con el Día de muertos. Hecho que muchas veces las pone a competir directamente, cuestionándonos sobre lo que debemos celebrar. Sin embargo, el significado de ambas fiestas es distinto Halloween es una fiesta que se presta para divertirse entre amigos, participar en concurso de disfraces, es la oportunidad de convertirse en brujas, fantasmas, o duendes, y aunque sea por una noche atiborrarnos de comer dulces y pasteles sin culpa.
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Halloween está a la vuelta de la esquina y es hora de prepararlo todo. Así que, disfrácense, hagan una fiesta espeluznante, decoren su casa y esperen a que se acerquen todo tipo de “pequeños monstruitos” reclamando su botín de golosinas.
¡Feliz embrujo!