Nube … o como la quieras llamar: esponja, bombón, malvavisco, o si eres un poco más internacional, lo mismo la conoces por “marshmallow”. Es una de las golosinas más comidas en el mundo y la que más suele gustar. Es inconfundible al gusto, al tacto e incluso al olor. ¿Quieres saber más sobre está fantástica chuche? En Bigger Golosinas te contamos más acerca de ella, ¡quédate a leer!
Ya hemos dicho que hay gente que la llama malvavisco y, aunque es una de las formas menos utilizadas, tiene sus razones: La planta del malvavisco se utilizó desde hace miles de años como remedio casero contra la tos. Por eso se dice que las actuales nubes se inventaron en el Antiguo Egipto (nada más lejos de la realidad).
En realidad, las nubes, tal y como son hoy en día, son un invento de finales del siglo XIX. En este momento se inventó la actual receta y se empezó a fabricar en grandes tamaños utilizando prácticamente lo que se usa ahora para ello: está compuesto básicamente por clara de huevo, azúcar, gelatina, goma arábiga y aromas. Más o menos es la misma composición que la de un chicle, pero se digiere mucho más fácil.
A cada persona le gustan las nubes de una forma distinta, y es que hay miles de formas de comerlas. Tienen un leve sabor a vainilla y una textura muy suave, con lo cual casi nadie le hace ascos a comerla tal cual. También encontramos gente que no las concibe sin meterlas unas horas antes al congelador, y más aún con este calor que tenemos encima… ¿Qué mejor que una nube bien congelada? Pero… ¿y si somos un poco contrarios y de verdad lo que nos gusta son las nubes quemadas? Vaya manjar… a cualquiera que le gusta el típico caramelo del flan, o el algodón de feria… ambos están compuestos en su mayor parte de azúcar, como las nubes, por eso adquieren un sabor similar al prenderlas.
¿Quién no ha probado nunca una delicia como lo es la nube? Y si no lo has hecho, en Bigger golosinas todavía no sabemos a qué esperas